¿Es inevitable la evolución de la vida inteligente? ¿O es improbable? Hoy los biólogos tienen claro que la concepción popular e ingenua de la evolución como un proceso de complicación y perfeccionamiento crecientes que desemboca en la vida inteligente es insostenible, porque, de acuerdo con la teoría, la evolución es un proceso carente de rumbo. ¿Cómo se explica, entonces, la típica secuencia evolutiva de la historia de la vida, tantas veces representada en libros de texto y museos, desde las células primigenias hasta la emergencia del lenguaje humano?
Para explicar el incremento evolutivo de la complejidad biológica, el biólogo Ambrosio García Leal propone un mecanismo accesorio a la selección natural clásica: una «bomba de complejidad» que impulsa a las especies a una suerte de huida hacia delante, obligándolas a apostar por la capacidad de modificar su fisiología, anatomía o comportamiento para anticipar los cambios impredecibles del medio. Los cerebros capaces de aprender y los sistemas inmunitarios capaces de rechazar patógenos nuevos son ejemplos de esta adaptabilidad no darwiniana. El incremento evolutivo de la complejidad fisiológica y cognitiva de los organismos vendría propiciado por catástrofes biosféricas recurrentes que provocan la extinción en masa de los especialistas y la reconstrucción de los ecosistemas a partir de especies que han apostado más por la adaptabilidad. Este modelo puede explicar por qué la evolución ha acabado dando poetas a partir de un remoto y humilde comienzo unicelular.
Ambrosio García Leal (Cádiz, 1958) es biólogo y doctor en filosofía de la ciencia por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha investigado en ecología, biotermodinámica y teoría de sistemas complejos adaptativos. En los últimos años sus intereses han derivado hacia la filosofía de la biología, en particular los problemas que plantea la evolución del sexo para la teoría darwiniana. Vinculado desde hace años a la colección Metatemas de Tusquets Editores, como supervisor científico y traductor de reconocida solvencia, también ha colaborado en numerosas exposiciones como asesor científico de CosmoCaixa, el museo de la ciencia de Barcelona.
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Obras del autor:
El azar creador: La evolución de la vida compleja y de la inteligencia (Tusquets Editores; Metatemas 126) 2013.
El sexo de las lagartijas: Controversias sobre la evolución de la sexualidad (Tusquets Editores; Metatemas 103) 2008.
La conjura de los machos: Una visión evolucionista de la sexualidad humana (Tusquets Editores; Metatemas 87) 2005.
no entiendo eso de…, «Los cerebros capaces de aprender y los sistemas inmunitarios capaces de rechazar patógenos nuevos son ejemplos de esta adaptabilidad no darwiniana.» 🙂
Es cosecha del autor y es una noción que desarrolla en su libro. Si podemos retransmitir la charla por internet, quizás se refiera a ello.
me sorprendió eso de «no darwiniana», porque en todo caso la capacidad de anticiparse mediante el incremento en la complejidad del aprendizaje o el aumento de la encefalización responde, en su adquisición, a un mecanismo claramente «darwiniano»* no!. De todas formas me parece muy interesante la reseña del autor.
Gracias por compartir 🙂
* «darwiniano» supongo que se refiere a un proceso evolutivo gradual